Realizado en madera de 15 cm de diámetro, fondo y terminaciones en dorado.
La flor de la vida representa un símbolo de la unidad con el todo, es como una especie de red que interconecta. Ella en sí misma contiene toda la simbología y potencia de la geometría sagrada.
Emite una frecuencia vibratoria para purificar, regenerar y aumentar considerablemente la energía de cualquier cosa que se pueda colocar sobre ella (aproximadamente 70.000 unidades Bovis), como piedras y cristales, agua potable, nombre y fecha de nacimiento escrito de una persona, o cualquier otro objeto que se desee.