Este mandala se emplea para purificar profundamente el agua borrándole toda información errónea, se puede programar y codificar para diferentes fines, preparar elixires, florales, tes curativos, etc.
La flor de la vida es el código por el cual todo está conectado, es el patrón del amor incondicional, a través de la flor se crea todo lo que existe, toda la creación, todos los seres tienen esta misma base y nos interconecta con los demás campos.
La molécula que se encuentra en el mandala corresponde a la clorofila, es la más parecida a la del agua original, que tenía vida antes de contaminase o ser tratada con químicos; esta imagen irradia las moléculas del agua imitando su forma, agrupándolas y ordenándolas de manera correcta para llevarla a su estado primigenio, a tal punto que hasta modifica su sabor mejorándolo. Al ingerirla ya vibrada hidrata en profundidad nuestro cuerpo y recibimos toda la información del agua pura beneficiándonos ya que nuestro cuerpo está compuesto 70% de este elemento.
La molécula está acompañada del nombre de Dios ומב “purificar agua”, que manifiesta los poderes espirituales del agua, limpieza, curación, rejuvenecimiento, poder de sostener y sustentar la vida.